Fe de erratas...
El padre de Ricardo Melquiades Espiell Barrionuevo, murió en 1887, un año después de nacido Ricardito.
Fe de erratas...
El padre de Ricardo Melquiades Espiell Barrionuevo, murió en 1887, un año después de nacido Ricardito.
Las dos observaciones fueron hechas en el Presbítero Matías Maestro, cementerio creado en 1808 bajo la dirección del arquitecto, escultor y pintor Matías Maestro. La primera observación fue hecha el sábado 24 de abril del presente año a las 10 de la mañana. Entramos por la puerta 3, el vigilante nos dio la bienvenida y nos recordó los horarios en los que el cementerio está abierto (8 a.m a 5 p.m). Al empezar la visita, el monumento más impactante fue la cripta de los héroes que en la parte más alta había un ángel que cargaba en sus hombros a un hombre que llevaba una expresión de dolor. Aparte de esta impresionante escultura, encontramos en una tumba a un ángel con mirada pérdida en el suelo, luego una pequeña estatuilla de una lechuza perfectamente esculpida. Ya adentrándonos en el cementerio, encontramos diversas tumbas de personajes ilustres de la política peruana, poetas, mausoleos elegantes de diversas familias, etc. Más adelante encontramos la tumba de aquel que en un metro cuadrado “...enterrado de pie como el quisiera está el más frondoso árbol de la poesía castellana el poeta peruano José Santos Chocano” quien esta vez llevaba una margarita encima de su tumba. Más allá encontramos más estatuas de mármol perfectamente talladas, todas expresaban dolor en sus rostros, tenían las manos entrecruzadas o pegadas a su cuerpo. Cada epitafio nombraba al que en vida fue “Una gran madre”, “Sus hijos siempre lamentarán su pérdida”, etc. Finalmente llegamos a la altura de la escultura del Presbitero Matías Maestro que tenía al frente la capilla octogonal del Cristo Yaciente. Por este pabellón es por donde encontramos la sepultura de Ricardito Espiell. Exactamente ubicado por la puerta cuatro del cementerio, por el pabellón de los párvulos a unos diez pasos a la izquierda del monumento de Matías Maestro.
No se nos hizo tan difícil encontrarlo ya que, aparte de encontrarse por la puerta cuatro en el pabellón más antiguo del cementerio, la imagen de un niño de estatura media con una posición algo jocosa, con rulos, una gran sonrisa y con mirada como si intentara imitar al ángel que tiene por compañero, un ángel arrodillado con una corona entre sus manos como si estuviera pidiendo compasión por aquel que murió, es muy difícil dejarlo pasar desapercibido ya que es una imagen que inspira mucha tranquilidad y ternura.
Al acercarnos a la estatuilla del niño, observamos que este estaba limpio y con una gran cantidad de flores a su alrededor que al parecer habían sido recién puestas pues aún se sentía el olor característico de estas. Nos fijamos que detrás de la estatua del niño había una canasta en la que, a modo de el pozo de cartas de Santa Rosa, contenían cartas de sus fieles, encima se podía notar la foto de una niña, estampas de primera comunión y diversas cartas cerradas. Justo detrás del niño, pegadas contra la pared se observó múltiples placas de familias agradecidas por los milagros que el niño les concedió, frases como “Ricardito Melquiades Espiel B. Gracias por el milagro concedido. Tu devota Irma Huiza”, “Ricardo Melquíades Espiell B. Gracias por los milagros concedidos”, entre otras treinta y tres placas más que repiten el mismo agradecimiento. Además de todo esto, se notaba que la estatua del niño, y en si todo lo que abarcaba su espacio, estaba minuciosamente limpia, las rejas se notaban recién pintadas y el ángel que tenía a su lado también tenía en su cuello una placa con una oración creada por sus fieles para que sea rezada por todo aquel que lo visitara.
Algo que no carece de importancia, es que aquel primer día de observación, el niño estaba solo, de por sí el cementerio tenía muy poca gente de visita, pero hasta el medio día, que fue el término de la observación, no se observó ningún tipo de acercamiento por parte de ningún devoto, visitante o un simple curioso.
La segunda observación fue hecha el 29 de abril a partir de las 8 de la noche en un tour ofrecido por la beneficencia de Lima. En este tour se precisó la existencia de un niño milagroso venerado por un grupo de fieles quienes se encargan de la limpieza de su lápida, regalos, serenatas por el día de su cumpleaños, arreglos florares, etc. en esta observación no se logró recoger mucha información debido a que la guía tenia medido el tiempo para poder terminar temprano y así poder regresar en el carro que nos condujo hasta el cementerio, por otro lado los sujetos de observación eran escolares que no conocían nada sobre este niño.
Descripción sujetos de observación
En nuestra primera visita, como ya hemos mencionado, nos encontrábamos explorando el cementerio por cada pabellón, con el fin de familiarizarnos mejor con el entorno; además, comenzamos a fotografiar cada mausoleo, tumba, escultura, etc. Mientras nos encontrábamos realizando el tour por nuestra cuenta, nos topamos con un trabajador del cementerio, el cual se identificó sólo como César. Este llevaba puesto un polo y buzo azul, y un chaleco desgastado, además, tenía el brazo derecho fracturado; este señor se nos presentó de manera inesperada, preguntándonos qué hacíamos en el cementerio, y le respondimos que estábamos haciendo un trabajo de la universidad, acerca del cementerio en general. Sin habérselo pedido, César se ofreció a brindarnos un pequeño tour gratuito de su parte. En este nos comentó acerca de las principales figuras que yacen en este lugar, nos enseñó las diversas tumbas y mausoleos, además de darnos una breve reseña de cada personaje, tales como José Santos Chocano, en el cual colocaron el epitafio que el mismo difunto escribió; también indicó el lugar donde se encontraba el primer entierro que se realizó en el cementerio, la difunta fue María de la Luz y de la Cruz, que es considerada también otra figura milagrosa del cementerio. Asimismo, mencionó los personajes tanto de la independencia como la guerra del Pacífico que se encuentran ubicados por la puerta tres, como por ejemplo, Abelino Cáceres, Francisco Bolognesi, Ramón Castilla, Alfonso Ugarte, Miguel Grau, Pedro Ruiz Gallo, etc. También nos mostró otras figuras reconocidas en la historia peruana, como el escritor Ciro Alegría, la cantante del himno nacional Rosa Merino; diversos presidentes, Luis Sánchez Cerro, Manuel Prado, Manuel Pardo, etc. Luego le preguntamos sobre el aspecto místico del cementerio, ante esto el nos comentó sobre el pabellón de los suicidas, en donde mucha visitantes perciben cierta sensación negativa, o como él mismo dijo, “un ambiente pesado”; también nos dijo sobre el pabellón de los moros (o niños no bautizados), y nos mencionó sobre la tumba de una mujer joven que en las madrugadas los vigilantes la ven corriendo desnuda, además, de las apariciones de una viuda negra que llora por la pérdida de esposo. Después de esto, nos mencionó sobre la fuerte devoción que alguna gente le tiene a un niño enterrado en ese cementerio, este infante que falleció con solo seis años de edad, cumple desde hace un tiempo diversos milagros y por ello es conocido como “el santito de los cachuelos” o “el doctorcito”. Asimismo, le preguntamos sobre el por qué de esta devoción a un niño desconocido, él nos respondió que se debía a que un día una señora que llegó al cementerio con el fin de pedirle a un alma por la salud a su pequeño hijo. Y en el transcurso de su camino, sintió que algo la llamaba hacia la tumba de este niño, entonces aquella se acercó a pedirle a Ricardito que le ayudase con su niño, y al poco tiempo se le vio cumplida la petición. Es de esta manera entonces que Ricardito poco a poco se va haciendo popular entre la gente como el niño del milagro.
César, nos comentó que mucha gente lo viene a visitar, y que es la única persona que recibe flores todos los días. Nos dijo también, que esto se debía al agradecimiento de las personas hacia el niño por todo lo que hizo por ellos. Mencionó que en cada aniversario de su nacimiento y/o fallecimiento, los fieles lo visitan y le rinden cierto homenaje cantándole, rezándole, bailando, muchas veces le llevan dulces y tortas, especialmente para él. Asimismo, contó que también le llevaban juguetes. Los devotos, siempre tienen bien cuidada la imagen hecha en mármol del pequeño Ricardito; César nos dijo que lo bañaban, lo mantenían siempre limpio y le daban mantenimiento constantemente. Muchas veces ofrecen estampillas y prendedores con la imagen de Ricardito. También, dijo que las personas que acudían a él para pedirle ayuda, pertenecían a todo tipo de clase social y nivel económico, que no solo se trataba de gente de pocos recursos las que recurren a él. Por otro lado, este trabajador del cementerio nos comentó que Ricardito había sufrido una enfermedad típica de la época, como varicela o sarampión, no pudo resistirla y esa fue la causa de su fallecimiento. Fue enterrado al lado de la tumba de su padre, quien tiene el mismo nombre que el pequeño y falleció un año antes de que el niño naciera, un ocho de agosto de 1887. Nos comentó, además que el abuelo del niño también estaba enterrado en este mismo cementerio, pero debido a factores como el tiempo no pudo enseñarnos la tumba. Lo último que este señor nos comentó fue que este niño es considerado el engreído de este lugar y que muchas veces los vigilantes escuchan risas y sonidos como si un niño jugase allí, pero que él no lo había constatado. Aproximadamente, esta observación duró unas tres horas y media, en las cuales pudimos recoger información valiosa, sobre el tema en cuestión, de una persona que constantemente ha escuchado hablar y está al tanto sobre la historia de Ricardito Espiell. Además de ello, pudimos observar la poca cantidad de personas que visitan el cementerio a tempranas horas de día, pero no podemos negar, que los fieles de este niño no lo olvidan y que constantemente le llevan gran cantidad de flores como forma de retribución por la bondad y generosidad que les brinda.
En la segunda visita realizada, estuvimos acompañadas de un gran número de personas que también realizaban el tour “Noches de Luna llena”. Esta se llevó a cabo el jueves 29 de abril aproximadamente a las ocho de la noche. Al llegar al cementerio, ingresamos por la puerta cuatro, la cual está en dirección a la Capilla Central, después de ello; la gente empezaba a hacer grupos para poder desplazarse y ser acompañados por un guía. Este nos brindaba información del cementerio en general, como la fecha de fundación y actividades importantes que se hayan realizado en este. Además iba explicando detalladamente cada dato sobre los personajes más representativos que se encuentran enterrados en este cementerio, como es el caso de Ricardo Palma, Antonio Raymondi, Manuel Gonzales Prada, Luis Sánchez Cerro, Juan Antonio Pezet, Eduardo de Habich, José Santos Chocano, etc. Además de ello, una parte importante del recorrido que se realizaba era poder observar y apreciar las magníficas esculturas talladas en mármol y grafito, que muchas veces eran traídas especialmente del extranjero.
Por otro lado, lo que más se tomaba en cuenta era la parte mística, como visitar el pabellón de los suicidas, en el que la gente llega a percibir cierta energía negativa. Mónica, nuestra guía, nos explicó que esto se debía a que las almas de estas personas estaban perturbadas y no podían descansar en paz, y que si quisiéramos nos persignáramos antes de entrar, en el caso de las personas católicas. La mayoría de personas que se desplazaba con nosotras por esta parte del cementerio, estaba a la expectativa de que algo misterioso fuese a ocurrir y no se enfocaban tanto en apreciar el lugar. La guía que nos acompañaba contó que en este pabellón se encontraban enterrados primos hermanos que llegaron a enamorarse, pero que fueron separados por sus familias, debido a que ese amor no era posible, y por ello, decidieron asesinarse cada uno por separado. La familia, decidió enterrarlos juntos, ya que si no dejaron que estuvieran juntos en la vida, si dejarían que estuviesen juntos más allá de la muerte. Asimismo, nos comentó que también estaba enterrado un señor, que al encontrar a su esposa engañándolo con otro hombre, decidió matarlos a ambos y de paso a los hijos que tenían. Inmediatamente a esto, él se mató. Después de haber visitado uno de los lugares de los cuales más se habla, la guía continuó con el recorrido anterior, mencionándonos tumbas o mausoleos de personas significativas de nuestra historia, lo cual permitía que el grupo de personas se tranquilizara y continuara el recorrido. También visitamos el pabellón de los moros, en el cual se dice que habitan los duendes, que son niños que murieron sin recibir el sacramento del bautismo. Nos comentó que estos son pequeños y arrugados, como niños que no crecieron (en estatura) pero si envejecieron, lo cual se ve reflejado en la piel arrugada de sus cuerpos. Mónica decidió no acompañarnos a este pabellón y también recomendó que nos persignáramos si es que lo deseábamos. Después de la noticia que nos manifestó la guía, mucha gente decidió no entrar a este parte del cementerio. Pocas personas se armaron de valor y entraron, comentando después que no habían sentido alguna presencia o nada extraño dentro de aquel.
Luego, la guía nos llevó a la Cripta de los héroes, el cual tiene la forma de una capilla grande, hecha de mármol, con diversas ventanas con diseños de la época, y por dentro se ven barandas bañadas en oro. Al entrar pudimos apreciar el hermoso diseño y las distribuciones de algunas tumbas, ya que la cripta presenta dos niveles. En el segundo nivel observamos los sarcófagos hechos de mármol de Francisco Bolognesi y Miguel Grau, cada una de ellas situadas en el extremo izquierdo y extremo derecho respectivamente de la sala, y en los alrededores se pueden divisar una gran variedad de placas en conmemoración a todos los héroes de la guerra del pacífico. En el centro de la sala, se ve una pequeña rotonda que da vista al primer piso y, sobre todo, da vista directamente al sarcófago de Andrés Avelino Cáceres, el cual se encuentra ubicado en el centro de la sala. Además, al entrar en el segundo nivel se puede apreciar al frente una escultura de la cruz Jesucristo también hecha de mármol; asimismo, en la entrada se pueden divisar dos escaleras en los extremos que guían directamente al primer nivel donde se encuentran todas las tumbas de los héroes, las guía nos brindaba una pequeña reseña de cada batalla durante la guerra del pacífico, y nos invitó a bajar al primer nivel, cuando llegamos ahí, vislumbramos la sala mucho más iluminada, y en cada rincón veíamos una placa grande de mármol en el suelo, con la inscripción de cada batalla, como nos indicó la guía, en un lado podíamos ver la batalla Arica, en otro la batalla de Angamos, también se encontraba la batalla de Tarapacá, Chorrillos y Miraflores. Asimismo, en cada placa de las batallas, se encontraba los nichos de los valientes soldados en cada rincón, y la guía nos indicaba que si teníamos un familiar que participó en la guerra del pacífico, podíamos trasladarlo para ser enterrada en esos nichos que estaban disponibles. Lo resaltante de de esta parte del tour, fue que la guía nos comentó de la presencia de un clérigo en los nichos de una de las batallas, el cual también había participado por defender su patria, pero que no se conocía su identidad, y por ese motivo sólo llevaba el nombre de su cargo eclesiástico. Al frente de esta sala, encontramos otra la cual abarca más espacio a diferencia de las del primer nivel y segundo, debido a que en esta se encuentran los sarcófagos de casi en su mayoría las principales figuras y héroes de la guerra del pacífico.
El diseño de la sala era con lozas azules finas, que proyectaban una iluminación más tenue al ambiente, había pocas luces, y cada uno de ellas están situadas en los rincones de la sala. Al entrar a la habitación teníamos que bajar por unas cuantas escaleras que nos llevaban de frente a un recorrido de cada tumba de mármol, algunas adornadas con flores frescas y otras vacías, en cada tumba se encontraba inscrito el nombre de dicha persona, y al frente de las tumbas encontramos en la pared inscrito una dedicatoria a ellos, en el cual decía: “Honor y gloria a los héroes y mártires de la guerra 1879”. Mientras paseábamos por la habitación, nuestra guía nos comentaba una breve reseña de cada figura que se encontraba ahí, como el de Pedro Ruiz Gallo, militar e inventor peruano, que murió durante un accidente con los torpedos que él estaba construyendo para armar al Perú durante la guerra con Chile. También encontramos a Alfonso Ugarte y Remigio Morales Bermúdez, entre otros. Además, en el rincón de la campaña de la Breña, se nos mostró el nicho de la esposa de Avelino Cáceres, una mujer fuerte y luchadora que participó en la guerra, estando al lado de su esposo en las batallas, se nos relató que la misma señora ideó una estrategia para sacar a su esposa de la capital, la cual estaba tomada por la presencia chilena, se movilizaron por medio del aquellas personas que transportaron los sarcófagos hacia la sierra, dentro de esos cajones, ella y su esposo llegaron vivos a la sierra para llevar a cabo la campaña de la Breña, aunque la esposa en el trayecto perdió a su único hijo varón que venía en camino, ella estuvo en todo momento apoyando a su esposo. Por ese motivo, se encuentra enterrada en la cripta de los héroes como nos indicaba la guía.
Otras observaciones significativas no esperadas con anterioridad: se trata de un registro de situaciones o hechos que surgieron durante la visita y que se considera importante mencionar
Cuando César nos llevó a ver a Ricardo Espiell, él lo saludo de manera cariñosa diciéndole “Hola niñito” y seguidamente le agarró la mano como si esta estatua estuviera bendecida. Comentó que algunos vigilantes comentan que de noche a veces se siente como si un niño estuviera jugando y corriendo.
Bibliografía:
-DE LA CRUZ, Carlos (2008) Cultos populares mortuorios en el Cementerio Presbítero Matias Maestro, pp.171-190. En: revista latinoamericana de ciencias sociales Illapa, año 1, No.1.
¡Bienvenidos!, en este blog se presentará información variada sobre la leyenda urbana del "Niño Ricardito". Además de ello, se relacionará este tema con las distintas creencias existentes en el Perú. De esta manera, el objetivo planteado es analizar el por qué la gente se refugia en este tipo de creencias como manera de ayuda para sus problemas.